Connect with us

Hi, what are you looking for?

Diario

¿Se puede ser juez y parte?

La coordinadora del desfile ganó la “mención especial”
Cerrada la 51ª edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra, llega el momento del balance y el análisis de lo sucedido durante la semana.
El desfile tradicionalista sigue siendo uno de los más importantes del país, con sus 18 cuadras de extensión y una organización que demanda un arduo trabajo y una gran responsabilidad. En ediciones anteriores de este mismo diario, Alejandra Etcheverry, coordinadora del evento, ha compartido detalles sobre la complejidad de su planificación y ejecución. Este año, nuevamente, el desfile fue un éxito: no hubo quejas ni reclamos por parte de los vecinos y, de hecho, la jornada transcurrió con más dinamismo que en ediciones anteriores.
Sin embargo, la polémica surge en otro aspecto. Es de público conocimiento que quien coordina el desfile es también quien elige a los jurados encargados de evaluar las carrozas que participan en la competencia.

Las instituciones que presentan aspirantes suelen construir carros alegóricos relacionados con la fiesta o con una temática particular. Este año, al igual que en la edición pasada, la “Mención Especial” fue para “La Media Caña”, institución dirigida por Alejandra Etcheverry, la misma coordinadora del desfile y la persona que seleccionó a los jurados que terminaron premiando su propia carroza.
Si bien no hay pruebas concretas de una influencia directa en la decisión, el simple hecho de que el jurado haya sido elegido por una de las competidoras genera dudas legítimas. ¿Puede haber imparcialidad en un escenario donde quien define a los evaluadores es también una de las partes interesadas? En términos de transparencia, lo lógico sería que los jurados fueran seleccionados por una entidad independiente, para garantizar que no haya favoritismos ni conflictos de interés.
Además, esta situación resulta injusta para el resto de las instituciones que participan con esfuerzo, dedicación e inversión en sus carrozas. La falta de confianza en el proceso puede desmotivar a otras agrupaciones, y si cada año son menos las que se animan a participar, el desfile, que es un símbolo de la fiesta, corre el riesgo de perder su esencia y prestigio.
Más allá de lo sucedido en esta edición, lo que queda en debate es la necesidad de establecer reglas claras y mecanismos de evaluación que brinden garantías de transparencia. Porque si la organización quiere mantener el nivel y la importancia del evento, debe cuidar su credibilidad.
Es una lástima que situaciones así terminen perjudicando al resto de las instituciones e incluso manchar a la misma comisión de la Fiesta del Ternero, que es quien debería de garantizar que las reglas del juego sean parejas y no se presten a condición.
También y para cerrar este artículo sabemos que el jurado en ningún momento pasó a corroborar el trabajo de cada carroza. Otros años, los jurados pasan semanas antes del desfile para ver qué la carroza se está confeccionando. Muchos grises en una gestión por parte de esta cordinación que manchan y ponen en duda la transparencia del mismo.

Deja tu comentario

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te pueden gustar...

Locales

El dolor y la consternación envuelven a Ayacucho tras la trágica pérdida de Xiomara Pedraza, una niña de tan solo 7 años que falleció...

Diario

En una conmovedora historia que ha tocado los corazones de muchos, Darío Vizcaíno, un hombre oriundo de Ayacucho, falleció este jueves por la mañana,...