Nuevas pruebas y testimonios comprometen a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en el marco del caso $LIBRA. Mientras tanto, sectores del oficialismo y de la oposición negocian en el Congreso, y se frena la sesión que iba a tratar la Ley de Ficha Limpia.
La Comisión Investigadora que lleva adelante el análisis del escándalo en torno a la criptomoneda $LIBRA avanza sobre los principales referentes del gobierno nacional. En las últimas horas, fueron formalmente citados tres funcionarios clave del gabinete: el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y el ministro de Economía Luis Caputo. Todos deberán comparecer para declarar sobre su presunto vínculo o conocimiento de operaciones irregulares a través del ecosistema cripto.
La investigación ya no se limita a maniobras financieras: el foco está puesto en la posible responsabilidad directa del Presidente y de su círculo más cercano. Entre ellos, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, aparece mencionada en testimonios y documentos como facilitadora del acceso del empresario Mauricio Novelli a la Casa Rosada y la residencia presidencial de Olivos.
Novelli, dedicado al rubro tecnológico y reconvertido en operador cripto, habría actuado como nexo entre el Gobierno argentino y Hayden Davis, el impulsor de $LIBRA, quien es investigado internacionalmente por fraude y presunto pago de sobornos. Según un informe de una organización de transparencia, Novelli ingresó al menos once veces a dependencias oficiales, tres de ellas a Olivos (una para asistir a una velada privada con el Presidente) y ocho veces a la Casa Rosada, con accesos autorizados en su mayoría por Karina Milei.
La revelación generó una fuerte reacción en el Congreso. Desde sectores opositores se insistió en convocar a declarar tanto a Karina Milei como al vocero presidencial, Manuel Adorni. La negativa del oficialismo a permitir estas citaciones habría tensado aún más la interna dentro del gobierno, y motivado un intento de contención política.
Diversas versiones indican que el propio Presidente fue tajante: “Con Karina, nunca”. A partir de esa postura, se habría iniciado una negociación reservada entre funcionarios del oficialismo y referentes de Unión por la Patria, encabezada por el asesor Santiago Caputo. Como resultado de ese acuerdo político, se frenó en el Senado el tratamiento de la Ley de Ficha Limpia, una norma impulsada para impedir que personas condenadas por corrupción puedan postularse a cargos electivos.
La decisión se formalizó con la firma de un decreto por parte del presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, y generó un doble efecto: Karina Milei, al menos por ahora, no será llamada a declarar, y Cristina Fernández de Kirchner mantiene abierta la posibilidad de presentarse como candidata en la provincia de Buenos Aires, de cara a las elecciones desdobladas que ya convocó el gobernador Axel Kicillof para el mes de septiembre.
En paralelo, el vocero presidencial también resultó beneficiado por el acuerdo. Como precandidato a legislador por la ciudad de Buenos Aires, Adorni evitará tener que dar explicaciones públicas sobre su presunto rol en la estrategia de comunicación que buscó legitimar a $LIBRA a través de redes sociales y conferencias oficiales.
El caso $LIBRA se ha convertido en una caja de resonancia que no solo involucra operaciones financieras, sino que expone los mecanismos de poder, los vínculos entre política y negocios digitales, y las tensiones internas en el gobierno de Javier Milei. Mientras tanto, la oposición observa, el Senado se paraliza, y los principales referentes del oficialismo buscan esquivar el impacto judicial y mediático de un escándalo que sigue sumando capítulos.
