Actualmente a ese paraje se lo sigue reconociendo popularmente como “El Boquerón”, en memoria del comercio que perteneció a Héctor Urbano Pasarín. Pero sin duda alguna, alcanzó mayor predicamento cuando a partir del año 1929, José Mujamad Chaín, habilitó su almacén de ramos generales y despacho de bebidas al que denominó “Casa Chain”. Compartimos la síntesis histórica de este último negocio, dejando para el capítulo siguiente el relacionado con el almacén “El Boquerón”. La férrea tenacidad de un visionario.
Entre las numerosas corrientes inmigratorias que enriquecieron nuestro país, cabe destacar a los sirios, libaneses y de otros estados árabes. Todavía se recuerda a Abdul Turquí, Manuel Sadaka, Felipe Haded, Alí Casim y tantos otros denominados popularmente como “turcos mercachifles”, quienes cargando un bolsón de arpillera abarrotado de mercaderías y “chucherías” en cada hombro, a finales del siglo diecinueve y en las primeras décadas del siglo veinte visitaron puestos, estancias y esquinas de campo “peinando” la por entonces muy poblada sabana ayacuchense. Generalmente residían en Dolores, lugar de sus partidas, regresos y reabastecimientos. Después del tiempo prudencial de caminatas, lograron hacerse de desvencijados carromatos aumentando considerablemente los elementos a ofrecer y ampliando sus radios de acción. Cuando lo consideraron oportuno, se instalaron definitivamente en los pueblos habilitando diversos comercios. Entre ellos se encontraba José Mujamad Chahin. Año 1929: Nace “Casa Chaín” y la Escuela Nº 28 “José María Paz”Después de numerosas campañas campesinas y con unos cuantos pesos fuertes ahorrados, José Mujamad Chahin, decidió sentar sus reales como comerciante en nuestro partido. Para tal fin eligió un sitio que consideró clave por el importante tránsito de carros, tropas y automóviles desde y hacia los numerosos e importantes establecimientos ganaderos y hasta Rauch. Ese lugar distaba 13 kilómetros de nuestro pueblo, ubicado aproximadamente a 300 metros del almacén y despacho de bebidas “El Boquerón”. En el año 1929, contrató la construcción de un edificio donde a la par de habilitar un almacén de ramos generales, constaba de lo necesario para albergar a su familia. Precisamente en ese año 1929, Catalina Borda de Mardones, se hacía cargo como primera directora de la Escuela Nº 28 “José María Paz”, cercana al negocio. Esta docente sería reemplazada 13 años después por Natividad María del Pilar Cárdenas de Pasarín, quien permaneció en ese cargo durante 26 años. En ese entorno campesino, se destacaban establecimientos de campo como “La Cuadrada”, “El Divisadero”, “La Delfina”, “Manantiales” y numerosos puestos de otras tantas estancias. Humberto Pasarín y José Maya
